Familias Anónimas celebra 35 años de brindar apoyo y herramientas a familias que viven con el dolor y la complejidad de las adicciones. Este grupo de ayuda mutua ofrece un espacio seguro y confidencial donde padres, hijos, parejas, hermanos y demás familiares comparten experiencias, aprenden a afrontar la situación y encuentran esperanza.
Un faro en la tormenta
Para muchos, Familias Anónimas ha sido un faro en la tormenta. Adriana, integrante del grupo en Oaxaca, llegó a ellos buscando respuestas y apoyo ante la adicción de un ser querido. «Yo llegué ignorante de lo que pasaba en mi vida», relata. «Hasta que llegué aquí y me quedé. He regalado lo dado», afirma con agradecimiento.
Un camino de transformación
Familias Anónimas no solo ofrece un espacio de desahogo, sino también un camino de transformación personal. A través de las reuniones, los integrantes aprenden sobre la enfermedad de la adicción, cómo establecer límites sanos, y cómo cuidar de su propia salud mental y emocional.
Un espacio para todos
Las sesiones de Familias Anónimas son gratuitas y se llevan a cabo todos los días. No importa la edad, el tipo de adicción o el parentesco con el adicto, cualquier persona que esté viviendo con esta problemática puede encontrar un espacio de comprensión y apoyo.
35 años de esperanza
A lo largo de 35 años, Familias Anónimas ha impactado la vida de miles de personas en México y el mundo. Su labor ha permitido fortalecer a las familias, brindar herramientas para afrontar la adversidad y crear un entorno más propicio para la recuperación.
Si tú o alguien que conoces está viviendo con la adicción de un ser querido, no dudes en buscar ayuda.
