Noruega ha aprobado recientemente un proyecto de ley para acelerar la búsqueda de metales preciosos en aguas profundas, lo cual tiene una gran demanda en la industria de tecnologías verdes.
Con lo anterior, se convirtió en el primer país del mundo en autorizar esta controvertida práctica de la minería a escala comercial.
De acuerdo a ambientales han señalado que la aprobación del proyecto podría tener efectos devastadores para la vida marina.
El plan se circunscribe solo para aguas noruegas, pero este 2024 podría alcanzarse un acuerdo sobre minería en aguas internacionales.
Por su parte el gobierno noruego, ha expresado que estaba siendo cauteloso y que sólo comenzaría a emitir licencias una vez que se llevaran a cabo un mayor número de estudios ambientales.
Cabe mencionar, que las profundidades del mar albergan rocas del tamaño de una papa que se conocen como nódulos y costras: éstas contienen minerales como litio, escandio y cobalto, los cuales son fundamentales para las tecnologías limpias, incluidas las baterías.
La propuesta de Noruega le permitirá a las empresas mineras presentar solicitudes para explotar unos 280 mil kilómetros cuadrados.
Indicaron que aunque estos minerales están disponibles en tierra, están concentrados en unos pocos países, por lo que su suministro puede llegar a estar en riesgo. Por ejemplo, la República Democrática del Congo es dueña de algunas de las reservas más grandes de cobalto, pero enfrenta conflictos en algunas partes del país.
El activista de los océanos e investigador de la Fundación de Justicia Ambiental Martín Webeler, comenta que el anuncio es «catastrófico» para el hábitat del océano.
«El gobierno noruego siempre destacó que quiere implementar los más altos estándares ambientales (…) es hipocresía mientras se desestiman todos los consejos científicos».
Dijo que las empresas mineras deberían centrarse en prevenir daños ambientales en las operaciones actuales, en vez de abrir una industria completamente nueva”.
Así mismo el cofundador de la empresa minera noruega Loke Minerals Walter Sognnes, -que planea solicitar una licencia- admitió que es necesario hacer más investigaciones y estudios para comprender las profundidades del océano antes de que comience la minería.
