Por: Sarah Landa
La información y datos personales robados a las organizaciones se ofertan en la dark web a precios que van desde los 5 mil y hasta los 5 mil dólares (más de 86 mil pesos), lo que ha generado alerta entre los especialistas en ciberseguridad, dado que dichos datos están siendo utilizados para cometer otros delitos o realizar ciberataques a las propias organizaciones.
En 2022, al menos el 66% de los profesionales en ciberseguridad señalaron que experimentaron al menos un ciberataque tipo deepfakes.
La venta de información abarca, además de los datos personales, patrimoniales o financieros, los rasgos físicos que distinguen a las personas de las organizaciones como las huellas dactilares, la fisionomía del rostro y la voz. Estos rasgos biométricos se usan para cometer otros delitos o realizar ciberataques.
Eduardo Zepeda quien es el creador de la policía cibernética, señaló que las aplicaciones de filtros son un riesgo latente, dado a que quien las llega a usar, está proporcionando todos sus datos biométricos.
“Los ciberdelincuentes ofrecen datos personales que van desde información de una tarjeta, en 5 dólares, hasta inicios de sesión de cuentas bancarias por 4 mil 255 dólares, así como la venta de documentos de identidad del personal de las organizaciones por hasta 110 dólares”.
Expuso, que los datos biométricos los utilizan para perpetrar en las organizaciones ciberataques, los cuales son contenido multimedia elaborado mediante algoritmos de aprendizaje profundo para suplantar la identidad de una persona con un resultado hiperrealista.
“Cuando utilizas un filtro de cualquier aplicación llámese Instagram, snapchat u otras están dando sus datos biométricos que pueden ser usados de manera ilícita para cometer delitos”.
Refirió, todos estamos en riesgo, tan solo el año pasado, 26% de las pequeñas empresas y 38% de las grandes sufrieron fraudes que les ocasionaron pérdidas de hasta 480 mil dólares.
De acuerdo a investigadores cibernautas, insisten en que las organizaciones deben implementar servicios de protección digital y ciberpatrullaje, con la finalidad de detectar filtraciones de información personal o biométrica de clientes o usuarios evitando los ciberataques.
