La construcción del segundo rompeolas en el Puerto de Salina Cruz, una muralla de roca de más de 176 mil toneladas en el mar, acumula un importante avance físico.
Esta obra es uno de los proyectos que se levantan alrededor del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, con el objetivo de impulsar la economía del sureste mexicano, informó Salvador Osorio, superintendente de la obra.
El rompeolas se extiende por más de un kilómetro y medio, tiene una profundidad de 24 metros, se levanta cuatro más sobre el espejo de agua y permitirá que los buques de más de 24 mil contenedores puedan llegar al puerto al construir otro brazo.
Para construir este segundo rompeolas en Salina Cruz se colocarán 11 mil elementos de concreto (tetrapodos), de entre 16 y 19 toneladas de peso.
Su vida útil es de alrededor de 50 años, explicaron ingenieros que también laboran en el sitio.
La conclusión del segundo rompeolas en el puerto de Salina Cruz es un proyecto que se retoma de uno inconcluso.
En 1980 se entregó sólo un dique, infraestructura que fue insuficiente para impulsar el desembarcadero, ahora se dispuso de una inversión de 4 mil 800 millones de pesos para entregar un segundo que brinde la suficiente estabilidad al puerto para recibir buques de alto calado.
Los encargados del proyecto, detallaron que cada monolito de los cerca de 11 mil que colocarán se construyó en el patio y cementeras aledaños para facilitar el traslado, con grúa se colocan uno por uno bajo la guía de estudios que indiquen su posición correcta y posteriormente se da seguimiento a cada pieza.
