Adrián Rubalcava abandona el PRI para respaldar a Claudia Sheinbaum

En un giro sorpresivo en el panorama político, Adrián Rubalcava ha presentado su renuncia al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y anunció su apoyo a Claudia Sheinbaum, precandidata a la presidencia de la coalición Juntos Hacemos Historia.

Rubalcava informó que, junto a él, 30 consejeros del PRI también presentaron su renuncia, equivalente a la salida de 10 mil militantes del partido, con la proyección de que esta cifra aumente en los próximos días a 20 mil más.

La decisión se fundamenta en el fallo del tribunal electoral, que, según Rubalcava, llevó al PRI a descartar su participación y renunciar al frente amplio conformado por PAN, PRI y PRD, ya que considera que «la democracia no ha cambiado».

El político aseguró que, a pesar de recibir ofertas de cargos públicos, no puede respaldar una campaña liderada por la corrupción, manifestando así su rechazo a ciertas prácticas dentro del partido.

Este movimiento político tiene antecedentes desde el 17 de noviembre del año en curso, cuando Rubalcava expresó preocupación por el proceso interno para designar al candidato de la alianza PAN, PRI y PRD, destacando la importancia de un proceso democrático por encima de las negociaciones cupulares.

En aquella ocasión, ante la posibilidad de romper la alianza e ir solo, Rubalcava señaló que su intención no era esa, sino caminar juntos, subrayando que «la alianza, si no vamos juntos, no vale nada».

La renuncia al PRI se produjo tras la designación de Santiago Taboada como precandidato del frente opositor a la Jefatura de Gobierno, evento que llevó a Rubalcava a expresar su decepción con el partido. Afirmó haber recibido la oferta de una senaduría como compensación, pero tras una llamada subida de tono con el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, optó por abandonar la formación política.

Adrián Rubalcava, visiblemente decepcionado, concluyó con un mensaje directo a Moreno: «Lo que me hiciste no tiene nombre: te veré sin duda en el Senado o en el Congreso, deja de fallarle a la gente».

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