Las Tehuanas, mujeres oriundas de las tierras del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, México, se erigen como un fascinante capítulo en la riqueza cultural de la región. Estas mujeres de ascendencia zapoteca son célebres por la singularidad de sus trajes, auténticas piezas de arte que reflejan una historia arraigada en la diversidad y la igualdad de género.
La Singular Igualdad de Género Tehuana
En un país donde las diferencias de género a menudo son palpables, las Tehuanas destacan por disfrutar de una igualdad de género única. A diferencia de otras etnias y grupos originarios, la mujer Tehuana es venerada por su fortaleza, independencia y resiliencia frente a las convenciones tradicionales.
Aunque las Tehuanas comparten una marcada ascendencia zapoteca, la diversidad y la riqueza cultural de estas mujeres se expresan de manera única. Representan un vivo ejemplo de sincretismo, fusionando tradiciones ancestrales con expresiones contemporáneas.
El Esplendor de sus Trajes
El traje Tehuana se erige como un emblema visual de estas mujeres, destacando por su exquisita elegancia. Comúnmente compuesto por una falda con holán de encaje blanco y un huipil ricamente bordado con flores de vivos colores, estas prendas reflejan la maestría artesanal de las Tehuanas.
Un tocado de encaje blanco almidonado, conocido como «resplandor», adorna sus cabezas al entrar a la iglesia, añadiendo un toque distintivo a su atuendo. Los accesorios y alhajas complementan su indumentaria, confiriendo un esplendor único a su presencia.
Incluso en el día a día, el traje Tehuana se revela en versiones más simples, aunque no menos encantadoras. Destaca el traje de novia, confeccionado en satinado blanco y enriquecido con bordados de flores del mismo tono o doradas, destacando la importancia de esta vestimenta en momentos especiales.
Las Tehuanas, más que guardianas de una tradición, son embajadoras de una cultura vibrante y multifacética que cautiva con su belleza, diversidad y arraigo en la igualdad de género.
