Javier Milei, líder ultraderechista y recién electo presidente de Argentina, pronunció su primer discurso ante simpatizantes, marcando el inicio de lo que llamó «una nueva era» en el país. En su intervención, afirmó que su gobierno hereda la peor situación económica en la historia de Argentina.
El mandatario declaró: «Hoy damos por terminada una larga y triste historia de declive y comenzamos la reconstrucción de nuestro país». Criticó las décadas de políticas que, según él, generaron pobreza y miseria, asegurando que estas elecciones marcan un punto de quiebre en la historia argentina.
Respecto a la herencia económica, Milei señaló déficits gemelos del 17% del PIB dejados por el kirchnerismo. Ante esta situación, propuso un ajuste fiscal del 5% y la eliminación de pasivos remunerados del Banco Central para poner fin a la emisión de dinero, identificada como la principal causa de la inflación.
«Hoy dejamos de emitir dinero, pero seguiremos pagando los costos del desmadre económico del gobierno saliente en inflación», afirmó. Reconoció la difícil situación económica, señalando que «no hay plata» y que el ajuste es inevitable para evitar una catástrofe.
Además, Milei expresó que la economía argentina no ha crecido desde 2011 y que los salarios reales han sido destruidos. Ante la crítica situación, anunció medidas para evitar una hiperinflación, considerando que es el último mal trago para iniciar la reconstrucción del país.
Finalizó su intervención señalando que, a pesar de los desafíos, hay «luz al final del camino», y que no permitirá que Argentina se convierta en una Venezuela.
