COP28: Nace fondo de desarrollo climático histórico para pérdidas y daños

Durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP28 en Dubai, se anunció oficialmente la creación de un fondo destinado a abordar las pérdidas y daños causados por el cambio climático. Este fondo busca proporcionar asistencia financiera a naciones vulnerables y afectadas por fenómenos climáticos extremos.

Ireen Twongirwe, directora ejecutiva de la ONG Mujeres por el Movimiento de Economía Verde de Uganda, expresó la incertidumbre que enfrentan países como Uganda ante la imprevisibilidad de los patrones climáticos. África Oriental, por ejemplo, enfrenta una grave sequía desde 2020, afectando a más de 4 millones de personas, según World Weather Attribution.

Harjeet Singh, jefe de estrategia política global de Climate Action Network International, destacó la falta de apoyo a naciones afectadas por desastres climáticos y la necesidad de brindarles ayuda para la recuperación y reconstrucción.

El «acuerdo histórico» sobre pérdidas y daños se concretó después de más de una década de solicitudes de financiamiento por parte de países en desarrollo. El fondo tiene como objetivo ayudar a los países más pobres a cubrir los costos asociados con pérdidas y daños relacionados con eventos climáticos extremos y también enfrentar impactos «graduales» como el aumento del nivel del mar.

El proceso de establecimiento del fondo no estuvo exento de desafíos. La elección de la institución que albergaría el fondo fue un punto conflictivo, con las naciones más ricas favoreciendo al Banco Mundial, mientras que algunos críticos argumentaban que esta institución excluye a muchos países en desarrollo.

La evaluación de la vulnerabilidad de los países para acceder a la financiación y la determinación de las contribuciones también generaron tensiones. Las naciones desarrolladas, como Estados Unidos, expresaron preferencias por el Banco Mundial, mientras que surgieron debates sobre la responsabilidad histórica de las emisiones de carbono, especialmente entre Estados Unidos y China.

Aunque se acordó la creación del fondo, no se estableció un objetivo financiero claro. Emiratos Árabes Unidos y Alemania anunciaron contribuciones de 92 millones de euros cada uno, pero las naciones en desarrollo esperan alcanzar cifras mucho mayores.

La desconfianza persiste debido a compromisos incumplidos en el pasado. En 2009, las naciones industrializadas acordaron movilizar 100 mil millones de dólares anuales hasta 2020, una meta que se logró en 2023.

A pesar de los desafíos, Preety Bhandari del Instituto de Recursos Mundiales sostiene que no se debe renunciar y que el tema debe seguir siendo una prioridad para evitar la pérdida de la batalla contra el cambio climático.

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