El Gobierno estadounidense reveló este sábado un conjunto de nuevas reglas destinadas a reducir la contaminación generada por las emisiones de metano en la industria petrolera y del gas en el país. Este anuncio se produce en el marco de la Cumbre del Clima COP28 en Dubái, donde se espera que los participantes detallen sus estrategias para cumplir con la promesa global de reducir las emisiones de metano en un 30% para 2030.
El metano, conocido por su impacto significativo en el calentamiento global, tiene una capacidad 80 veces mayor de atrapar el calor que el dióxido de carbono en las dos primeras décadas en la atmósfera.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) anunció las nuevas reglas que imponen controles más estrictos, como la vigilancia de fugas por parte de las petroleras en las áreas de perforación, junto con un sistema de monitoreo independiente a través de terceros.
Michael Regan, administrador de la EPA, describió estas reglas como una «acción histórica para reducir la contaminación climática, protegiendo a las personas y al planeta». Se estima que las nuevas normas evitarán que aproximadamente 58 millones de toneladas de metano lleguen a la atmósfera entre 2024 y 2038, equivalente a las emisiones de CO2 del sector energético en 2021.
Las emisiones de metano, responsables de aproximadamente el 30% del calentamiento global actual, se generan en actividades humanas como la industria energética, la agricultura y los vertederos. Grupos ambientalistas, incluidos el Sierra Club y el Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales, celebraron la medida, destacando su importancia en la lucha contra la crisis climática. Mientras tanto, el Instituto Estadounidense del Petróleo expresó que estaba revisando la normativa.
