Al día de hoy, 3 de diciembre, Nuevo León se encuentra en un tenso enfrentamiento institucional con dos figuras reclamando la gubernatura. Samuel García, gobernador con licencia de Movimiento Ciudadano, anunció su regreso al cargo, desestimando la validez de su licencia y asegurando haber desistido de su aspiración presidencial. Por otro lado, el interino Luis Enrique Orozco, nombrado por el Congreso, sostiene que sigue en funciones y cuenta con el respaldo legal.
Las declaraciones de García, quien argumenta haber resuelto la controversia sobre su licencia, fueron recibidas con escepticismo por el presidente de la Legislatura, Mauro Guerra, quien afirmó que las razones presentadas no son válidas, reafirmando la vigencia de la licencia de separación del cargo.
La disputa, que involucra la controversia de inconstitucionalidad 25/2023 presentada por el Congreso local, generó incertidumbre sobre la validez de la licencia y la designación de Orozco como gobernador interino. El enfrentamiento podría tener consecuencias legales para García, quien fue advertido de afrontar las repercusiones si intenta regresar ilegalmente.
Mientras el panorama político en Nuevo León se torna incierto, la población sigue de cerca el desenlace de este duelo de gobernadores que plantea desafíos significativos para la estabilidad y la legalidad en la entidad.
