Convención agroalimentaria de Oaxaca: Un catalizador para la economía regional

En un ambiente lleno de expectativas y vislumbres de crecimiento, el Gobernador Salomón Jara Cruz lideró la inauguración de la Convención Agroalimentaria para el Mundo en Oaxaca, marcando un hito en el impulso del sector agroalimentario y agroindustrial.

Este destacado evento, llevado a cabo en el Paseo Juárez los días 21 y 22 de noviembre, congregó a productores y productoras de las ocho regiones del estado, consolidándose como un paso fundamental para fortalecer la economía regional y proyectarla hacia nuevos horizontes.

La convocatoria tuvo como objetivo primordial colocar en el centro de las discusiones y estrategias el valor añadido de los productos locales, promoviendo vías de acceso a financiamiento, fortaleciendo la comercialización y propiciando espacios de capacitación. El Gobernador expresó la visión de infundir esperanza, fortaleza y prosperidad al sector agroalimentario y agroindustrial de Oaxaca a través de estrategias integrales y progresistas.

El punto culminante del encuentro fue la visión futura del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), considerado un catalizador para el desarrollo agroalimentario y agroindustrial, destinado a cambiar la dinámica del sur sureste y agregar valor a los productos de todas las regiones oaxaqueñas.

La presencia de más de mil asistentes, incluyendo a más de cien productores agroalimentarios y agroindustriales, proporcionó un espacio propicio para la exposición y el intercambio de conocimientos y oportunidades. Certificadoras, proveedores de insumos y entidades financieras se unieron en este foro, mostrando colaboraciones exitosas que han otorgado créditos superiores a los 300 millones de pesos, catalizando inversiones y dinamizando la economía local.

Víctor López Leyva, titular de la Sefader, resaltó la importancia de las alianzas entre el Gobierno estatal, el Gobierno de México y las instituciones financieras, destacando el potencial exportador de más de 36 productos agroalimentarios de Oaxaca hacia mercados internacionales.

El componente fundamental de esta convención fue el acercamiento directo entre los productores y las cadenas de valor, abriendo oportunidades de negocios en rubros como el maguey-mezcal, mango, limón, café, entre otros, con un impacto no solo en la economía regional sino también acercando la diversidad de cultivos a la población capitalina.

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El respaldo del Gobierno de México mediante inversiones significativas en el estado fue evidente, con apoyos dirigidos a pequeños y medianos productores. La entrega de fertilizante gratuito, el programa de Precios de Garantía y el acompañamiento mediante técnicos agroecológicos son solo algunas de las iniciativas que han beneficiado a más de 220 mil productores en Oaxaca.

María Victoria Rico Sierra, productora de limón en la Cuenca del Papaloapan y en el Bajo Mixe, destacó el impacto positivo de estas políticas de apoyo, siendo un testimonio tangible del respaldo gubernamental que ha revitalizado el sector rural.

En conclusión, la Convención Agroalimentaria de Oaxaca no solo fue un evento de exposición y negocios, sino un espacio que consolidó al campo oaxaqueño como un motor vital para la economía regional, proyectándolo hacia un futuro próspero y sostenible.

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