Este domingo marcó el día oficial en que Nicaragua abandonó la Organización de Estados Americanos (OEA), dos años después de que el ministro de Exteriores nicaragüense, Denis Moncada, bajo la dirección del presidente Daniel Ortega, iniciara el proceso de retiro del foro regional.
Motivaciones de la Salida: «Injerencia» y Defensa de la Soberanía
En 2021, Moncada alegó «continuas muestras de injerencia» por parte de la OEA en los asuntos internos de Nicaragua como motivo para la decisión. «Nicaragua defiende la independencia, soberanía y autodeterminación del pueblo, en respeto a su ordenamiento jurídico interno y los dictámenes mundiales», declaró Moncada en ese momento.
La denuncia de la Carta de la OEA por parte de la Asamblea Nacional marcó un paso adicional en el proceso. Moncada enfatizó que el «pueblo y gobierno de Nicaragua renuncia a formar parte de esta organización cautiva de Washington» debido a las acciones que consideran «violatorias» por parte de la OEA y Estados Unidos.
Reacciones Internacionales: Desesperación o Soberanía Nacional
El gobierno de Estados Unidos ha respondido, indicando que la decisión de Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo «de aislar aún más a Nicaragua de la comunidad internacional demuestra la desesperación por evitar cualquier esfuerzo de la OEA y de socios de ideas afines para responsabilizarlos por atroces abusos contra los Derechos Humanos».
El Departamento de Estado estadounidense ha expresado su intención de revisar todas las opciones disponibles para responsabilizar al gobierno de Ortega, destacando abusos como la detención injusta de presos políticos, ataques a periodistas independientes y la presión sobre organizaciones de la sociedad civil.
Llamado a la Democracia: Desafío a Compromisos en el Hemisferio Occidental
Washington subrayó que las acciones de Managua «son una afrenta al compromiso del hemisferio occidental con la democracia» y renovó su llamamiento a las autoridades nicaragüenses para que cumplan con las obligaciones y recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
En su declaración, el Departamento de Estado recordó el papel significativo de la OEA como la organización multilateral más importante del hemisferio occidental, con una larga historia de apoyo al avance democrático en las Américas. La salida de Nicaragua plantea preguntas sobre el futuro papel del país en la comunidad internacional y su relación con organismos regionales.
