Durante el fin de semana, una caravana compuesta por aproximadamente dos mil migrantes arribó a Oaxaca procedente de Arriaga, Chiapas, con la intención de llegar a la frontera norte de México.
En una travesía que abarcó más de ocho horas a pie sobre la carretera Panamericana y enfrentando temperaturas superiores a los 35 grados, los migrantes recorrieron casi 39 kilómetros para llegar al municipio de Chahuites, ubicado en la zona oriental del Istmo de Tehuantepec.
Encabezando la caravana, los migrantes portaban una cruz y una lona en la que solicitaban ayuda a las autoridades mexicanas para obtener la libertad de transitar hacia la frontera norte, específicamente con los Estados Unidos.
Este grupo formaba parte de una caravana más grande de seis mil migrantes que partió de Tapachula, en la frontera sur de México con Guatemala, el pasado 30 de octubre. Inicialmente buscaban obtener un permiso migratorio para transitar por territorio nacional, pero al no lograrlo, decidieron avanzar a pie por cuenta propia. Yaidell, una migrante venezolana acompañada por sus dos hijas de 6 y 10 años, compartió su experiencia: «Venimos huyendo del terror de vivir en Venezuela, vengo caminando con mis hijas, ya no podemos más, no le hacemos daño a nadie, no queremos quedarnos en México, solo queremos que nos dejen pasar tranquilamente».
La caravana tiene como destino final la Ciudad de México, donde esperan obtener una cita en la plataforma CBP – One. «No queremos quedarnos en México, solo queremos que nos dejen pasar tranquilamente», expresó Yaidell.
Por el momento, la caravana permanecerá en la zona oriental del Istmo, y se espera que temprano mañana reanuden su viaje hacia Juchitán, un municipio ubicado a 115 kilómetros de distancia.
