En medio de las calaveras de azúcar, la artesanía y el dulce aroma de las flores de cempasúchil, el Día de Muertos en México se renueva con un significado especial este año, marcando tanto la resurrección de las ventas como de las tradiciones después de tres años de impacto de la pandemia de COVID-19.
El ambiente festivo se siente en el Mercado de Jamaica, el icónico mercado de flores en la Ciudad de México, donde se anticipa un aumento en las ventas, especialmente en productos relacionados con esta festividad, como la flor de cempasúchil, los dulces tradicionales y el papel picado.
Olga González Martínez, una vendedora de papel picado con veinte años de experiencia, comenta que las ventas han mejorado significativamente en comparación con años anteriores. La temporada se caracteriza por el «olor, color y sabor» que inunda el mercado.
El Día de Muertos en México es una festividad indígena con influencia española que honra a los difuntos el 1 y 2 de noviembre. Este año, la tradición ha cobrado una importancia especial, restaurando la costumbre de recordar a los seres queridos, después de años marcados por desafíos económicos y de salud.
Carlos Báez, vendedor de dulces típicos de Día de Muertos, destaca que esta festividad es una forma de celebrar a quienes ya no están con nosotros y asegurarse de que no los hemos olvidado.
Las ventas se han visto impulsadas tras la pandemia, con un aumento proyectado del 40%, según la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC). La posibilidad de visitar los panteones nuevamente y la llegada de turistas extranjeros han contribuido a este repunte.
Aunque la inflación ha aumentado los precios de muchos productos en el Mercado de Jamaica, la celebración del Día de Muertos sigue siendo una parte fundamental de la cultura mexicana. A pesar de los desafíos económicos, los mexicanos siguen comprometidos con mantener vivas estas tradiciones y compartirlas con las generaciones futuras.
