El Poder Ejecutivo ha implementado un decreto que modifica la forma en que se supervisa la importación de gasolinas y otros insumos energéticos, según lo publicado en el Diario Oficial el día de ayer. A partir de esta modificación, los importadores deberán someterse a una supervisión de control volumétrico y calidad por parte de Hacienda y la Secretaría de Energía, además del aval de la aduana en México, que era el único requisito previo.
El gobierno ha fundamentado esta decisión en la necesidad de realizar revisiones extraordinarias en los puntos de entrada al país, donde se encontró que solo el 25% de las mercancías analizadas cumplía con las normativas aplicables para gasolina y diésel. El 75% restante correspondía a otros tipos de mercancías no justificadas, que superaban en 40 veces el volumen de las materias primas utilizadas por la industria nacional. Con el nuevo decreto, los importadores deben acreditar sus mercancías ante ambas secretarías, de lo contrario, el producto no podrá ser autorizado para su ingreso al país, explicó el analista Ramses Pech.
El Artículo Cuarto del decreto también convoca a varias entidades y organismos, como la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, la Comisión Reguladora de Energía, la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y de Protección al Medio Ambiente del sector Hidrocarburos, la Profepa y la Profeco, así como la Guardia Nacional, a intensificar la inspección y verificación de las instalaciones de trasvase y de almacenamiento de mercancías relacionadas con este decreto.
Además, el Poder Ejecutivo se compromete a realizar un seguimiento constante del mercado y la trazabilidad de los combustibles ofrecidos al público en general, con el objetivo de contar con la información necesaria para tomar medidas pertinentes en asuntos de interés nacional.
