La Amazonía brasileña está sufriendo una sequía extrema

El Centro de Monitoreo de Alertas y Desastres Naturales (Cemaden), un organismo vinculado al Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil, advierte que la actual sequía que afecta a la Amazonía brasileña podría ser histórica y extenderse hasta enero próximo. A pesar de ser la mayor reserva de agua dulce del mundo, la Amazonía se encuentra en medio de una sequía extrema, con niveles de agua en sus ríos que alcanzan mínimos históricos, y numerosos municipios están en estado de alerta.

La sequía se define como un periodo prolongado en el que una región no recibe la cantidad suficiente de agua para satisfacer las necesidades de la fauna, flora y seres humanos.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierte sobre el desafío que plantea la sequía para nuestros estilos de vida, ya que afecta tanto a las economías como a los ecosistemas. Esta sequía, impulsada por el cambio climático, provocó un aumento de la aridez en la Tierra en 2021, y esta tendencia sigue en aumento.

Ana Paula Cunha, coordinadora de estudios sobre sequías y agrometeorología de Cemaden, afirma que la sequía podría empezar a mejorar en marzo o abril de 2024, señalando que la situación podría empeorar hasta diciembre y enero antes de comenzar a mejorar en esos meses.

El Cemaden advierte que el fenómeno meteorológico «El Niño» tendrá un gran impacto en el clima, incluso mayor que en 2015 y 2016, cuando la Amazonía experimentó una crisis similar. Además, los incendios forestales en la Amazonía brasileña aumentaron un 52.3% el mes pasado, pasando de 17,373 en agosto a 26,452 en septiembre debido a la fuerte sequía que afecta a la mayor selva tropical del mundo.

En Manaos, la capital del estado de Amazonas, los niveles de agua han alcanzado su punto más bajo, y lagunas y ríos están llenos de peces muertos, contaminando un recurso vital para muchas comunidades. Esta sequía histórica está provocando escasez de agua y alimentos, y afecta gravemente a la pesca, una fuente de subsistencia clave en las comunidades ribereñas de la Amazonía. También obstaculiza las rutas fluviales, el principal medio de transporte de la zona.

Wilson Lima, Gobernador del Estado de Amazonas, ha declarado que una gran parte de la población está sufriendo las consecuencias de esta sequía severa, con dificultades para acceder a alimentos, agua potable y otros recursos esenciales, ya que dependen en gran medida de los ríos para el transporte de ayuda.

En lo que respecta a las principales causas de la degradación de los bosques del Amazonas, los científicos señalan que la superficie degradada es mucho más extensa de lo que se pensaba inicialmente, afectando parcial o permanentemente al 38% de los bosques de la cuenca del Amazonas. Las cuatro causas principales de esta degradación incluyen cambios en la vegetación, incendios forestales, tala ilegal de madera y sequías extremas.

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