El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que conectará los océanos Pacífico y Atlántico en el sureste de México, se perfila como un catalizador para la relocalización de empresas en el país, en lo que se conoce como «nearshoring», según afirmó Alejandro Preinfalk, director ejecutivo de Siemens México, América Latina y el Caribe.
Preinfalk expresó un optimismo creciente en torno al desarrollo de México y la creciente tendencia del «nearshoring», con numerosas empresas anunciando su presencia en diversos estados de la república. En sus palabras, el Corredor Interoceánico es una noticia excepcional para el país y respalda definitivamente la iniciativa del «nearshoring».
Además, destacó que la infraestructura que está desarrollando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador contribuirá a un desarrollo más equitativo en todo el país. Estos proyectos de infraestructura son cruciales para mantener a México como un imán para la inversión extranjera.
Desde junio pasado, el gobierno ha implementado incentivos fiscales y otras medidas para atraer inversión en 10 zonas estratégicas del sureste, como parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Siemens, una compañía con 129 años de presencia en México, está comprometida en apoyar el desarrollo del Corredor Interoceánico en colaboración con el gobierno y la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin). Este proyecto se considera esencial para el crecimiento económico del país.
El enfoque de Siemens en el mercado industrial está respaldado por una perspectiva favorable de crecimiento en los próximos años debido a la demografía joven y talentosa de México, especialmente en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).
Siemens también observa avances en la adopción de tecnologías que hacen que las operaciones de las empresas sean más sostenibles en México. Esto incluye iniciativas como la economía circular, la reducción del consumo de energía y el uso de fuentes renovables.
Además, se mencionó la importancia de reducir la huella de carbono en las operaciones y cadenas de suministro, incluyendo la adopción de vehículos de carga eléctricos. Para lograr esto, Siemens considera crucial implementar herramientas tecnológicas que permitan calcular y monitorear la huella de carbono de los productos terminados.
Finalmente, se destacó que la tecnología puede aumentar la productividad de las fábricas hasta en un 20% y reducir el consumo de energía en un 40%, así como promover la reutilización del 90% del agua en la agricultura.
